“Tú, Señor, diste forma a mis entrañas; ¡tú me formaste en el vientre de mi madre!” (Salmo 139:13)
¿Ha trabajado usted antes en un proyecto difícil por varias semanas? Podría ser un proyecto que le asignó su profesor, su jefe o un cliente. Usted era responsable por el diseño, el liderazgo y la presentación. Personalmente le obligó a invertir más tiempo de que usted planificó originalmente. Al final, todos estuvieron encantados con los resultados, los cuales estuvieron intencionalmente alineados con el diseño y el propósito del proyecto.
Usted ha sido diseñado perfectamente por el Señor para lograr Sus propósitos. Dios tiene un gran propósito para su vida. Dios, intencionalmente, lo creó para reflejar Sus cualidades a los que no lo conocen y traer honra y gloria a Su nombre. Antes de usted respirar por primera vez, Dios lo conocía. Usted es quien es por diseño divino. Usted no es un accidente. Dios no comete errores, “Nosotros somos hechura suya; hemos sido creados en Cristo Jesús para realizar buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que vivamos de acuerdo con ellas” (Efesios 2:10).
Dios diseñó un plan bueno para su vida. En Cristo Jesús, usted tiene todo los recursos necesarios para realizar este plan. Usted fue diseñado por Dios y para Dios para lograr Sus propósitos en su vida. No importa lo que se rompa a su alrededor. Jesús tiene el poder de mantenerlo junto, vencer los desafíos y ayudarle a acelerar y avanzar en los deseos de Dios.
La perfecta obra de Dios en su vida es el resultado directo de Su diseño perfecto. Dios quiere que usted use sus experiencias, tanto buenas como malas, para demostrar Su poder ilimitado. Él quiere que usted use lo que aprende para enseñar, exhortar y formar a otros. Él quiere usar sus talentos, sus habilidades y dones para hábilmente servir a Su iglesia. Dios quiere usar sus finanzas, sus posesiones y sus recursos para demostrar Su corazón de generosidad.
Dios lo hizo con Su diseño perfecto. Él ha diseñado todo lo que usted es para ser todo lo que Él desea que usted sea. Dios sabe exactamente como usted funciona mejor. Él sabe el mejor lugar para ubicarle. Dios quiere usar su vida. Usted puede confiar en Él.
Repase: Abra su Biblia y lea Salmo 139:1-24
Reflexione: Considere lo siguiente: ¿Tengo temor de dejar que Dios use mi vida? ¿Por qué no confío más en Dios?
Responda: En oración, pregúntese, “Señor, ¿qué debo cambiar a la luz de estas verdades? ¿Cuáles pasos debo tomar?”
Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.