From Disorder to Order

“The LORD is my light and my salvation; whom shall I fear? The LORD is the strength of my life; of whom shall I be afraid?” (Psalm 27:1)

There is nothing better than having the right light in a dark place. When the need arises to find a small object in your dark attic, and the flashlight is running out of power, you’re in big trouble. But when a friend extends a large electric lamp connected to an unlimited power source, you’re in great shape to find even the smallest of objects. When the right kind of light arrives on the scene, even the darkest corners of life are fully exposed.

The darkness cannot escape the power of the light. The power of the light reveals what is obscure and hidden from the naked eye. It clarifies, and unfolds what is difficult for most of us to see. Light provides many good things. Light brings order to disorder. It gives shape to the shapeless, and fills what is empty. Light will always overpower and eliminate the darkness.

From the time the Earth was created, utter chaos and darkness were transformed into great beauty through the power of God’s light. Envision the original power of God’s light as we look back to creation. Picture yourself sitting in a chair watching these events unfold before your eyes:

“In the beginning God created the heavens and the earth. The earth was without form, and void; and darkness was on the face of the deep. And the Spirit of God was hovering over the face of the waters. Then God said, ‘Let there be light’; and there was light. And God saw the light, that it was good; and God divided the light from the darkness. God called the light Day, and the darkness He called Night. So the evening and the morning were the first day” (Genesis 1:1-5).

Light is one of God’s characteristics. The distinctiveness of light reflects the very nature of Almighty God. The Psalmist declares, “He wraps himself in light as with a garment” (Psalm 104:2). And Isaiah tells us, “The light of Israel will become a fire, and his Holy One a flame” (Isaiah 10:17). God wants to reveal Himself to mankind. He wants people to understand who He is, and who they become when He enters into their life. God is light.

Read:  Open your Bible and read John 3:19-21.

Reflect:  Prayerfully consider the following: What has God changed from disorder to order in my life recently? Did I freely cooperate with God to make this change, or did I put up a fight to try and stop the change? Why?

Respond:  As a result of these truths, what might need to change in my attitude, beliefs, and actions? What steps do I need to take outwardly?

The source of this content comes from our book, Walking with Jesus.

De desorden al orden

“El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién podría yo temer? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿quién podría infundirme miedo?” (Salmo 27:1)

No hay nada mejor que tener la luz apropiada en un lugar oscuro. Cuando hay la necesidad de encontrar un objeto pequeño en su ático oscuro y a la linterna le falta la carga, tiene problemas. Pero cuando un vecino extiende una lámpara eléctrica que está conectada a una fuente de corriente, puede encontrar hasta el objeto más pequeño. Cuando la luz correcta está presente, hasta las esquinas más oscuras se muestran con la luz.

La oscuridad no puede escaparse del poder de la luz. El poder de la luz revela lo que está oculto y escondido a la vista natural. La luz clarifica y despliega lo que es difícil de observar. La luz es buena, muy buena. Trae orden al desorden. La luz da forma a lo que no tiene forma y llena lo que está vacío. La luz vence y dirige a la oscuridad.

Desde el principio de la creación del mundo, caos absoluto y oscuridad fueron transformados en gran belleza, a través del poder de la luz de Dios. Note por favor el poder original de la luz de Dios cuando regresamos a la creación. Imagínese estar sentado mirando a estos eventos en vivo.

“Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas cubrían la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Y dijo Dios: ‘¡Que haya luz!’ Y hubo luz. Y vio Dios que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas; a la luz, Dios la llamó ‘Día’, y a las tinieblas las llamó ‘Noche’. Cayó la tarde, y llegó la mañana. Ése fue el día primero.” (Génesis 1:1-5)

La luz es una de las características de Dios. El carácter distintivo de la luz refleja la naturaleza de Dios. El salmista declara, “Te has envuelto en un manto de luz. Despliegas la cortina de estrellas de los cielos” (Salmo 104:2, NTV).

Isaías nos dice, “El Señor, la Luz de Israel, será un fuego; el Santo será una llama. Devorará con fuego los espinos y las zarzas, y en una sola noche quemará al enemigo por completo” (Isaías 10:17). Dios quiere revelarse al hombre. Él quiere que las personas lo conozcan. Dios es luz.

Repase:  Abra su Biblia y lea Juan 3:19-21

Reflexione:  Considere lo siguiente: ¿Qué es lo que Dios ha cambiado del desorden al orden en mi vida? ¿Colaboré con Dios libremente o estaba luchando con Él para parar este cambio?

Responda:  En oración, pregúntese, “Señor, ¿qué debo cambiar a la luz de estas verdades? ¿Cuáles pasos debo tomar?”

Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.

Revealing the Darkness

“I, the LORD, have called You in righteousness, and will hold Your hand; I will keep You and give You as a covenant to the people, as a light to the Gentiles, to open blind eyes, to bring out prisoners from the prison, those who sit in darkness from the prison house” (Isaiah 42:6-7).

A lamp fulfills its purpose when it provides light. It doesn’t do anyone any good to have a five foot lamp in the middle of a crowded dark room and not turn it on. Leaving it off can pose a serious risk to those who are in the room. Lamps are designed to shine light. This is their purpose for existing. They expose the darkness while illuminating their surroundings.

Jesus came to expose and destroy the works of darkness. He was intentional about bringing the works of Satan out in the open. Those men and women who were in need of physical healing, Jesus restored. Those who were imprisoned by sin, Jesus released from their bondage. To those who were without hope, Jesus provided hope. And to those who needed salvation, Jesus offered His life. Jesus conquered the works of darkness.

Regarding the promised Messiah, the prophet Isaiah writes, “It is too small a thing for you to be my servant to restore the tribes of Jacob and bring back those of Israel I have kept. I will also make you a light for the Gentiles, that you may bring my salvation to the ends of the earth” (Isaiah 49:6, NIV). God wanted the darkness exposed and destroyed within every people group through Jesus’ mission.

You have an important role to play in the success of this mission. From the start, God’s plan was to redeem the nations (Genesis 12:1-3). Think of the great bondage, pain, and suffering people find themselves in as a result of sin: spiritual darkness. Sometimes, it is the sin of others that places them in this world of self-destruction. This is very painful to watch.

Jesus came to destroy the power of sin. He came to infuse the light of life into the darkness of your life. God does not want you to live in oppression. He does not want you to be a prisoner to sin. God wants you to be free. He wants you to find true freedom. God reveals the darkness in your life to bring you to the Light of Life, Jesus Christ.

Read:  Open your Bible and read John 5:31-32, 35.

Reflect:  Prayerfully consider the following: Am I focused on helping others escape the darkness? How can I shine better for Jesus?

Respond:  As a result of these truths, what might need to change in my attitude, beliefs, and actions? What steps do I need to take outwardly?

The source of this content comes from our book, Walking with Jesus.

Revelando la oscuridad

“Yo soy el Señor. Yo te he llamado en el momento justo, y te sostendré por la mano; yo te protegeré, y tú serás mi pacto con el pueblo y una luz para las naciones. Quiero que abras los ojos de los ciegos, que saques de la cárcel a los presos, y de sus calabozos a los que viven en tinieblas” (Isaías 42:6-7).

Una lámpara cumple con su propósito cuando provee luz. No le ayuda a nadie cuando usted tiene una lámpara de cinco pies en medio de un cuarto oscuro y lleno de cosas y no la enciende. Cuando la lámpara está apagada, puede causar daño a los que están en el cuarto. Las lámparas están diseñadas para alumbrar la luz. Ellas eliminan a la oscuridad cuando iluminan a su alrededor.

Jesús vino para mostrar y destruir las obras de la oscuridad. Él intencionalmente hace que las obras de Satanás sean públicas. Aquellos que necesitaban sanidad física, Jesús los restauró. A los que estaban encarcelados por el pecado, Jesús los ha liberado de su esclavitud. Aquellos que estaban sin esperanza, Jesús proveyó esperanza. A los que necesitaban salvación, Jesús les ofreció Su vida como el sacrificio por sus pecados.

En cuanto al Mesías, el profeta Isaías escribe, “Él dice: ‘Harás algo más que devolverme al pueblo de Israel. Yo te haré luz para los gentiles, y llevarás mi salvación a los confines de la tierra’” (Isaías 49:6, NTV). Dios quería exponer la oscuridad y destruirla dentro de cada grupo étnico a través de Jesús.

Desde el principio, el plan de Dios era redimir a las naciones (Génesis 12:1- 3). Piense en la gran esclavitud, dolor y sufrimiento que resultan del pecado—oscuridad espiritual. A veces es el pecado de otros que contribuye a la destrucción de los que están a su alrededor.

Jesús vino para destruir el poder del pecado. El vino para infundir la Luz de la Vida dentro de la oscuridad de su vida. Dios no quiere que usted viva en opresión. Él no quiere que sea un prisionero del pecado. Dios quiere que usted sea libre. Él desea que usted encuentre la libertad verdadera. Dios revela la oscuridad de su vida para traerle a la Luz de la Vida, Cristo Jesús.

Repase:  Abra su Biblia y lea Juan 5:31-32, 35

Reflexione:  Considere lo siguiente: ¿Estoy enfocándome en cómo puedo ayudar a otros escaparse de la oscuridad? ¿Cómo puedo mejor brillar para el Señor Jesús esta semana?

Responda:  En oración, pregúntese, “Señor, ¿qué debo cambiar a la luz de estas verdades? ¿Cuáles pasos debo tomar?”

Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.

Enviado a proclamar

“Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Éste vino por testimonio, para dar testimonio de la luz, a fin de que todos creyeran por él. Él no era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz.” (John 1:6-8)

Luego de meses de preparación, el momento finalmente ha llegado. Los invitados acuden temprano a una ceremonia en la que cada detalle ha sido sincronizado con gracia y belleza. El pastor termina con su mensaje después de que el novio y la novia dicen sus votos. Se miran profundamente a los ojos y sonríen con felicidad.

La multitud está lista para ponerse de pie para disfrutar de la celebración de la boda. Este es el momento que todos esperaban: el anuncio público de que ya son marido y mujer. El pastor eleva la voz y dice: “Los declaro marido y mujer”. Mira al novio y le aclara: “Puede besar a la novia”.

Después de 400 años de silencio revelador y mucha anticipación, Dios empezó a hablar a través de Su siervo, Juan el Bautista. Juan era un profeta valiente y aventurero. Aunque era profeta, no era un erudito religioso. No era un héroe político o un empresario astuto. Dios le dio a Juan una misión muy sencilla—ser testigo de la Luz de Vida, Jesús.

Su propósito era el dar evidencia a todo hombre de que Jesús es el Cristo, el Mesías prometido. El profeta Isaías declaró, “El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz; sí, la luz resplandeció para los que vivían en un país de sombras de muerte” (Isaías 9:2). El propósito de la vida de Juan fue preparar el camino para Jesús y proclamar que Él era la Luz de Vida. Juan fue enviado a proclamar.

En la misma manera, usted fue enviado por Dios para proclamar las buenas nuevas de Cristo Jesús. Dios le eligió para hablarle a otros de Su gran amor. Él quiere que todos vengan a conocer a Jesús como el sustituto para el pecado y la obra de redención en la cruz del Calvario. Dios desea que todos conozcan el poder de Su resurrección para la vida eterna. Usted ha sido enviado por Dios para proclamar Su mensaje de justicia, amor y esperanza.

Repase:  Abra su Biblia y lea Juan 3:25-28

Reflexione:  Considere lo siguiente: ¿Está mi vida atrayendo a otros a Jesús? ¿Qué puedo hacer para testificar más de Jesús?

Responda:  En oración, pregúntese, “Señor, ¿qué debo cambiar a la luz de estas verdades? ¿Cuáles pasos debo tomar?”

Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.

Sent to Proclaim

“There was a man sent from God, whose name was John. He came as a witness, to bear witness about the light, that all might believe through him. He was not the light, but came to bear witness about the light” (John 1:6-8).

After many months of preparation, the moment has finally arrived. The guests all made it early to this highly anticipated ceremony. The wedding planner synchronized every detail with complete beauty and grace. The Pastor finished his message after the bride and groom exchanged their vows. They look deep into each other’s eyes and display radiant smiles. The crowd gets ready to stand to their feet and the wedding party gets ready to celebrate. This is a moment that they will cherish forever.

It is the moment everyone has been waiting for—the proclamation, the public announcement of husband and wife. The Pastor raises his voice and boldly declares, “I now pronounce you husband and wife.” He looks at the groom and says with a large smile, “You may now kiss your wife!”

After 400 years of revelatory silence and much anticipation, God began to speak through His servant John the Baptist. John was a bold and adventurous individual. Although he was a prophet, John the Baptist was not a religious scholar, a political hero, or a shrewd entrepreneur. John was given a simple mission: be a witness to the Light of Life—Jesus Christ.

His purpose consisted in giving evidence to all men that Jesus was the Christ, the promised Messiah. The prophet Isaiah declared, “The people who walk in darkness will see a great light. For those who live in a land of deep darkness, a light will shine” (Isaiah 9:2, NLT). John’s reason for living was to prepare the way for Jesus and boldly proclaim who He was: the Light of Life. John was a simple man with a simple task: He was sent to proclaim.

In the same way, you were sent by God to proclaim the good news of Jesus Christ. God chose you to tell others about His great love. He wants all people to know about Jesus’ substitutionary work of redemption on the cross for their sins, and the power of His resurrection for eternal life. Your mission is simple, but significant. You were sent by God to proclaim.

Read:  Open your Bible and read John 3:25-28.

Reflect:  Prayerfully consider the following: Is my life attracting others to Jesus? What can I do to increase my witness for the Lord Jesus?

Respond:  As a result of these truths, what might need to change in my attitude, beliefs, and actions? What steps do I need to take outwardly?

The source of this content comes from our book, Walking with Jesus.

Get Up and Go

“And I said, ‘What shall I do, Lord?’ And the Lord said to me, ‘Rise, and go into Damascus, and there you will be told all that is appointed for you to do’ ” (Acts 22:10).

Have you ever experienced a dramatic encounter that radically changed your life? The Apostle Paul experienced a dramatic encounter with our Lord. In the prime of Paul’s life, he was recognized as a top religious, educational, political, and social leader (Philippians 3:1-9). He was well respected, but spiritually bankrupt.

Paul was known for hunting down and persecuting Christians. He did not understand the Christian faith. Paul was determined to overcome this new teaching by eliminating their growing influence. His actions seemed rational, patriotic, and righteous. He was determined to destroy the Christian faith, regardless of the cost.

When Paul was speaking to a large crowd in Acts 22:6-11, he explained how God’s light shined into his life, “Now as he went on his way, he approached Damascus, and suddenly a light from heaven shone around him” (Acts 9:3). He asked the Lord, “What shall I do?” God told him to “get up” and “go to Damascus.” God removes us from the darkness to lead us further into the light.

God had a plan for Paul’s life. Paul was ready to pursue God’s plan. Light is designed to reveal. When God’s light shines in our hearts, it reveals the truth about our spiritual condition, the reality of our sin. We forget sometimes that God’s light is always shining though us. We don’t always respond in the Spirit, but the light continues to shine and expose the true condition of our heart. If we allow God’s light to eliminate all sin, our willingness to go and serve Him can increase.

As you look inside your heart today, what darkness is God trying to remove? What areas of the flesh constantly pull you back into the darkness? As you pray for your friends who don’t know Christ, what areas of darkness are holding them back? What is the enemy using to keep them from the light? Take additional time to pray through these things. Remember, you were designed to live in the light.

Paul wrote, “Indeed, I count everything as loss because of the surpassing worth of knowing Christ Jesus my Lord” (Philippians 3:8). Know Christ, then get up and go serve Him.

Read:  Open your Bible and read Acts 22:6-11.

Reflect:  Prayerfully consider the following: When was the last time I asked God, “What do you want me to do to advance your kingdom?”

Respond:  As a result of these truths, what might need to change in my attitude, beliefs, and actions? What steps do I need to take outwardly?

The source of this content comes from our book, Walking with Jesus.

Levántese y vaya

“Entonces dije: “Señor, ¿qué debo hacer?” Y el Señor me dijo: “Levántate, y ve a Damasco; allí se te dirá todo lo que se ha determinado que hagas” (Hechos 22:10).

¿Ha experimentado en algún momento un encuentro dramático en su vida? El Apóstol Pablo experimentó un encuentro dramático con nuestro Señor. En la plenitud de su vida, Pablo fue reconocido como una persona alta en las áreas de religión, educación, política y liderazgo social (Filipenses 3:1-9).

Pablo era bien respetado, pero en bancarrota espiritual. Pablo tenía fama por perseguir a los cristianos. Él no entendía la fe cristiana. Pablo estaba decidido a vencer esta nueva doctrina eliminando a los creyentes. Sus acciones parecían racionales, patrióticas y justas. Pablo estaba dispuesto a destruir la fe cristiana sin importarle el costo.

Cuando Pablo estaba hablando a una audiencia grande en Hechos 22:6-11, él explicó cómo fue que la luz de Dios brilló en su vida, “Pero sucedió que de pronto en el camino, ya cerca de Damasco, lo rodeó un poderoso haz de luz que venía del cielo” (Hechos 9:3). Pablo le preguntó al Señor, “Señor, ¿qué debo hacer?” Dios le respondió, “Levántate, y ve a Damasco.” Dios nos quita de la oscuridad para llevarnos más hacia la luz. Dios tenía un plan para la vida de Pablo. Pablo estaba listo para seguir el plan de Dios.

La luz está diseñada para revelar. Cuando la luz de Dios brilla en nuestro corazón, revela la verdad de nuestra condición espiritual, la realidad de nuestro pecado. Nos olvidamos a veces que la luz de Dios siempre está brillando a través de nuestra vida. No siempre respondemos en el espíritu, pero la luz continúa brillando y expone la condición actual de nuestro corazón. Si permitimos que la luz de Dios elimine todo nuestro pecado, nuestra voluntad para servir a Dios puede aumentar.

Mientras usted mira dentro de su corazón hoy, ¿qué oscuridad está Dios tratando de quitar? ¿Cuáles áreas de la carne están constantemente llevándolo a la oscuridad? Mientras usted ora por sus amigos que no conocen a Cristo, ¿cuáles áreas de oscuridad lo están controlando? ¿Qué está usando el enemigo para evitarles llegar a la luz? Tome tiempo hoy para orar por ellos. Recuerde, usted fue diseñado para vivir en la luz.

Repase:  Abra su Biblia y lea Hechos 22:6-11

Reflexione:  Considere lo siguiente: Cuando fue la última vez que usted se ha preguntado, “¿Dios, qué debo hacer para Tu Reino?

Responda:  En oración, pregúntese, “Señor, ¿qué debo cambiar a la luz de estas verdades? ¿Cuáles pasos debo tomar?”

Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.

Ceguera espiritual

“La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.” (Juan 1:5)

Sin duda, usted ha estado en ese lugar en más de una ocasión. Usted empieza a compartir lo que Dios ha hecho un su vida con un incrédulo. Usted le cuenta de Jesús. Le explica la inhabilidad de alcanzar a Dios en su propia fuerza y que Jesús murió por sus pecados. Usted le suplica que rechace el pecado y rinda su vida a Jesús, pero no hay cambio.

Jesús dice, “Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan 3:19).

No importa lo que usted le dice, simplemente no está interesado. Su esfuerzo parece como un tiempo perdido. No le importa las cosas espirituales. Creen que todo se arreglará sin ningún problema. Sabe, antes de que Dios lo trajera a Su familia por gracia y a través de la fe en Cristo Jesús, usted era ciego, espiritualmente hablando. Por su naturaleza de pecado, usted nació de esa manera. Usted no solamente vivía en la oscuridad, usted era oscuridad. Estaba vivo al pecado y muerto a Dios.

No importa su trasfondo educativo, usted no tenía la capacidad espiritual para entender las cosas de Dios. ¿Por qué? Bueno, estas realidades son de naturaleza espiritual y no física. Son entendidas y aplicadas cuando Dios despierta nuestro espíritu, y hace que Su luz brille en nuestro corazón. Es Dios quien recibe todo crédito por nuestro entendimiento espiritual. Es Dios quien recibe todo honor y gloria por nuestra salvación.

Pablo escribe, “Hablamos con palabras que el Espíritu nos da, usamos las palabras del Espíritu para explicar las verdades espirituales; pero los que no son espirituales no pueden recibir esas verdades de parte del Espíritu de Dios. Todo les suena ridículo y no pueden entenderlo, porque sólo los que son espirituales pueden entender lo que el Espíritu quiere decir” (1 Corintios 2:13-14, NTV).

No se desanimen cuando compartan el amor de Dios con otros y se ríen en su cara. No se enojen cuando las personas rechazan a Jesús. No discutan con los que no entienden las cosas espirituales. Recuerden, estos individuos son ciegos espirituales. No pueden ver las realidades espirituales como usted la ve. Ellos tienen ceguera espiritual.

Repase:  Abra su Biblia y lea 2 Corintios 4:4-6

Reflexione:  Considere lo siguiente: ¿Quién es responsable de la ceguera espiritual? ¿Qué específicamente no pueden ver?

Responda:  En oración, pregúntese, “Señor, ¿qué debo cambiar a la luz de estas verdades? ¿Cuáles pasos debo tomar?”

Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.

Spiritual Blindness

“And the light shines in the darkness, and the darkness did not comprehend it” (John 1:5).

Without a doubt, you have been here on more than one occasion. You begin sharing what God has done in your life with an unbeliever. You tell them about Jesus. You explain their inability to reach God on their own merit, and how Jesus died on the cross for their sins. You plead with them about the importance of turning away from their life of sin and surrendering their life to Jesus. Your effort, however, seems totally useless.

Jesus said, “And this is the judgment: the light has come into the world, and people loved the darkness rather than the light because their works were evil” (John 3:19).

No matter what you tell them, they are simply not interested. They really don’t care about spiritual things. They believe everything will work out just fine in the end. Before God brought you into His family by grace through faith in Jesus Christ, you were spiritually blind. Because of your sin nature, you were born this way. Not only did you live in darkness, you were darkness. You were alive to sin, and dead to God. Regardless of your educational background, you did not have the spiritual capacity to understand the things of God. Why? These realities are spiritual in nature.

Spiritual realities are understood and applied as God awakens our spirit when He shines His light of life in our hearts. For this reason, God is the One who receives all of the credit for our spiritual understanding. God is the one who receives all honor and glory for our salvation.

Paul wrote, “These things we also speak, not in words which man’s wisdom teaches but which the Holy Spirit teaches, comparing spiritual things with spiritual. But the natural man does not receive the things of the Spirit of God, for they are foolishness to him; nor can he know them, because they are spiritually discerned” (1 Corinthians 2:13-14).

If Jesus Christ is your Savior, you are no longer spiritually blind. Don’t get discouraged when you share God’s love with others and they laugh in your face. Don’t get upset when people reject Jesus. Refuse to argue with those who are spiritually antagonistic. Remember, these individuals are spiritually blind. They can’t see spiritual realities as you do. Why? They are unable to see God’s ways because they are spiritually blind.

Read:  Open your Bible and read 2 Corinthians 4:4-6.

Reflect:  Prayerfully consider the following: Who is the one responsible for spiritual blindness? What specifically can’t they see and why?

Respond:  As a result of these truths, what might need to change in my attitude, beliefs, and actions? What steps do I need to take outwardly?

The source of this content comes from our book, Walking with Jesus.