“Dios creó todas las cosas por medio de él, y nada fue creado sin él.” (Juan 1:3, NTV)
Uno de los programas más entretenidos en el Internet y en cable tiene que ver con diseñar y preparar pasteles elegantes para eventos especiales. Estos programas tratan con profesionales. Dependiendo en la complejidad del cliente, una orden puede tomar entre cuatro a dieciséis horas para diseñarlo, hornearlo, y construirlo. Usted aprende el secreto de mantener la integridad del pastel y como ellos aguantan el frío, viajes, y sorpresas inesperadas.
Algunos profesionales diseñan un pastel precioso, pero al final, no satisfacen al cliente. ¿Por qué? Porque el pastel no se mantiene completo hasta el final. Cuando llega al evento, una parte importante se derrumba. El peso del pastel es demasiado para su estructura. Poco a poco el pastel se colapsa del interior hacia fuera.
Jesús es el Señor Diseñador de la vida: “Por la palabra del Señor fueron creados los cielos, y por el soplo de su boca, las estrellas” (Salmo 33:6, NVI). Jesús es el arquitecto de la vida. Él es quien creó todo para que la vida pueda existir. Cada persona que usted ve es el resultado del Gran Diseñador.
Como Él nos ha creado, cada persona tiene un valor eterno en los ojos de Dios. Todo fue creado por Jesús y para Jesús. En Él, todo existe, todo se mueve, y todo tiene su lugar. Jesús es la fuente de vida. Él es nuestro Sustentador.
Jesús personalizó la realidad de la eternidad cuando decidió dejar Su gloria en el cielo para vivir entre nosotros, “Y la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su Gloria (la gloria que corresponde al unigénito del Padre), llena de gracia y de verdad” (Juan 1:14).
Jesús representó la manifestación física de la Palabra de Dios hablada. Él era la revelación de la Palabra de Dios en el Antiguo Testamento. Se puede imaginar mirar a la cara de Jesús y saber que Él fue responsable por cada cosa escrita en la Palabra de Dios. ¡Qué pensamiento tan poderoso!
Recuerden darle gracias al Señor Jesús por Su magnífica creación. Recuerde dirigir a otros a Dios a través de la obra visible de Sus manos. ¡Qué obra tan maravillosa!
Repase: Abra su Biblia y lea Salmo 33:6 y Juan 1:1-14
Reflexione: Considere lo siguiente: ¿Qué parte de la creación de Dios aprecia más? ¿Con quién debe compartir esto para dirigirle hacia Cristo?
Responda: En oración, pregúntese, “Señor, ¿qué debo cambiar a la luz de estas verdades? ¿Cuáles pasos debo tomar?”
Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.