“Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra.” (Génesis 1:1)
Los eruditos judíos indistintamente conectaban “la Palabra de Dios” con el Dios de Israel. Usaron esta frase en el Antiguo Testamento para apuntar a las personas al Dios Verdadero y describir el poder creativo de Dios. Este es el poder que crea algo de nada. En otras palabras, da vida y trae toda materia a la existencia, proveyendo la forma perfecta y el ambiente para su supervivencia. Es el mismo poder que hace la vida una realidad. La Palabra es la fuerza, el poder detrás de lo que sostiene toda la vida y provee la estructura necesaria para que la vida prospere abundantemente.