El gran diseñador

“Dios creó todas las cosas por medio de él, y nada fue creado sin él.” (Juan 1:3, NTV)

Uno de los programas más entretenidos en el Internet y en cable tiene que ver con diseñar y preparar pasteles elegantes para eventos especiales. Estos programas tratan con profesionales. Dependiendo en la complejidad del cliente, una orden puede tomar entre cuatro a dieciséis horas para diseñarlo, hornearlo, y construirlo. Usted aprende el secreto de mantener la integridad del pastel y como ellos aguantan el frío, viajes, y sorpresas inesperadas.

Algunos profesionales diseñan un pastel precioso, pero al final, no satisfacen al cliente. ¿Por qué? Porque el pastel no se mantiene completo hasta el final. Cuando llega al evento, una parte importante se derrumba. El peso del pastel es demasiado para su estructura. Poco a poco el pastel se colapsa del interior hacia fuera.

Jesús es el Señor Diseñador de la vida: “Por la palabra del Señor fueron creados los cielos, y por el soplo de su boca, las estrellas” (Salmo 33:6, NVI). Jesús es el arquitecto de la vida. Él es quien creó todo para que la vida pueda existir. Cada persona que usted ve es el resultado del Gran Diseñador.

Como Él nos ha creado, cada persona tiene un valor eterno en los ojos de Dios. Todo fue creado por Jesús y para Jesús. En Él, todo existe, todo se mueve, y todo tiene su lugar. Jesús es la fuente de vida. Él es nuestro Sustentador.

Jesús personalizó la realidad de la eternidad cuando decidió dejar Su gloria en el cielo para vivir entre nosotros, “Y la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su Gloria (la gloria que corresponde al unigénito del Padre), llena de gracia y de verdad” (Juan 1:14).

Jesús representó la manifestación física de la Palabra de Dios hablada. Él era la revelación de la Palabra de Dios en el Antiguo Testamento. Se puede imaginar mirar a la cara de Jesús y saber que Él fue responsable por cada cosa escrita en la Palabra de Dios. ¡Qué pensamiento tan poderoso!

Recuerden darle gracias al Señor Jesús por Su magnífica creación. Recuerde dirigir a otros a Dios a través de la obra visible de Sus manos. ¡Qué obra tan maravillosa!

Repase:  Abra su Biblia y lea Salmo 33:6 y Juan 1:1-14

Reflexione:  Considere lo siguiente: ¿Qué parte de la creación de Dios aprecia más? ¿Con quién debe compartir esto para dirigirle hacia Cristo?

Responda:  En oración, pregúntese, “Señor, ¿qué debo cambiar a la luz de estas verdades? ¿Cuáles pasos debo tomar?”

Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.

Abrazando la luz

“En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad.” (Juan 1:4, NVI)

¿Se recuerda de niño cuándo, por primera vez, llegó a entender que la luz en el refrigerador no siempre se quedaba encendida? Sabía que el bombillo iluminaba bien cuando la puerta estaba abierta, pero tenía duda si se mantenía encendido cuando la puerta se cerraba. Si usted era bien curioso, este dilema estaba presente en su mente por varios días. Se preguntaría, “¿Qué tiempo dura este bombillo? ¿Qué sucede con la comida en la oscuridad? ¿Puedo encontrar criaturas extrañas si tuviera una linterna?”

El Apóstol Juan dedica tiempo considerable para contrastar la vida y la muerte, la luz y la oscuridad. Él deseaba que su audiencia entendiera claramente que Jesús es la vida, la luz del mundo. Jesús no es solamente la fuente de vida, sino también el distribuidor de vida. Jesús es la luz del mundo. A través del poder de Su presencia, Jesús distribuye vida en un mundo lleno de oscuridad, dolor y falta de esperanza.

Jesús, la luz de vida, es la luz verdadera. No había trucos o promesas vacías. Jesús cumplió con cada palabra. Él trajo libertad a la esclavitud espiritual. Él trajo sanidad a los quebrantados de corazón y descanso para los que estaban cansados de controlar su propia vida. Jesús dijo, “Mientras que estoy en el mundo, soy la luz del mundo” (Juan 9:5). La vida de Jesús debe ser aceptada y acogida. Jesús dijo, “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).

La vida de Jesús era exactamente lo que se necesitaba hace 2,000 años y es exactamente lo que las personas necesitan hoy para liberarse de su mundo de pecado, quebrantamiento y desesperación. Juan escribe, “La Palabra le dio vida a todo lo creado, y su vida trajo luz a todos. La luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad jamás podrá apagarla” (Juan 1:4-5, NTV). Como un creyente en Cristo, ahora usted tiene la luz de vida viviendo dentro de usted. Acoja la luz y viva en la luz. Deje sola la oscuridad.

Recuerde, en Cristo, usted es la sal y la luz de la tierra: “Ustedes son la luz del mundo…Tampoco se enciende una lámpara y se pone debajo de un cajón, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en casa. De la misma manera, que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos” (Mateo 5:14-16).

Repase: Abra su Biblia y lea Juan 12:46

Reflexione: Considere lo siguiente: ¿Qué parte de mi vida se está deslizando hacia la oscuridad? ¿Qué puedo hacer para detenerlo?

Responda: En oración, pregúntese, “Señor, ¿qué debo cambiar a la luz de estas verdades? ¿Cuáles pasos debo tomar?”

Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.

Un diseño perfecto

“Tú, Señor, diste forma a mis entrañas; ¡tú me formaste en el vientre de mi madre!” (Salmo 139:13)

¿Ha trabajado usted antes en un proyecto difícil por varias semanas? Podría ser un proyecto que le asignó su profesor, su jefe o un cliente. Usted era responsable por el diseño, el liderazgo y la presentación. Personalmente le obligó a invertir más tiempo de que usted planificó originalmente. Al final, todos estuvieron encantados con los resultados, los cuales estuvieron intencionalmente alineados con el diseño y el propósito del proyecto.

Usted ha sido diseñado perfectamente por el Señor para lograr Sus propósitos. Dios tiene un gran propósito para su vida. Dios, intencionalmente, lo creó para reflejar Sus cualidades a los que no lo conocen y traer honra y gloria a Su nombre. Antes de usted respirar por primera vez, Dios lo conocía. Usted es quien es por diseño divino. Usted no es un accidente. Dios no comete errores, “Nosotros somos hechura suya; hemos sido creados en Cristo Jesús para realizar buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que vivamos de acuerdo con ellas” (Efesios 2:10).

Dios diseñó un plan bueno para su vida. En Cristo Jesús, usted tiene todo los recursos necesarios para realizar este plan. Usted fue diseñado por Dios y para Dios para lograr Sus propósitos en su vida. No importa lo que se rompa a su alrededor. Jesús tiene el poder de mantenerlo junto, vencer los desafíos y ayudarle a acelerar y avanzar en los deseos de Dios.

La perfecta obra de Dios en su vida es el resultado directo de Su diseño perfecto. Dios quiere que usted use sus experiencias, tanto buenas como malas, para demostrar Su poder ilimitado. Él quiere que usted use lo que aprende para enseñar, exhortar y formar a otros. Él quiere usar sus talentos, sus habilidades y dones para hábilmente servir a Su iglesia. Dios quiere usar sus finanzas, sus posesiones y sus recursos para demostrar Su corazón de generosidad.

Dios lo hizo con Su diseño perfecto. Él ha diseñado todo lo que usted es para ser todo lo que Él desea que usted sea. Dios sabe exactamente como usted funciona mejor. Él sabe el mejor lugar para ubicarle. Dios quiere usar su vida. Usted puede confiar en Él.

Repase: Abra su Biblia y lea Salmo 139:1-24

Reflexione: Considere lo siguiente: ¿Tengo temor de dejar que Dios use mi vida? ¿Por qué no confío más en Dios?

Responda: En oración, pregúntese, “Señor, ¿qué debo cambiar a la luz de estas verdades? ¿Cuáles pasos debo tomar?”

Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.

Andando con Jesús (Seattle: CreateSpace Independent Publishing Platform, 2014)

Introducción

Es uno de los mayores desafíos que enfrentan los creyentes en todo el mundo. No importa si usted es soltero o casado, joven o viejo, educado o ignorante, rico o pobre. Esta lucha no hace distinciones. Es común a todos los creyentes. Usted puede preguntar, “¿Cuál es este gran desafío?” Es la lucha para iniciar Andando Jesus-Digital Cover-01y desarrollar un tiempo personal diario con el Salvador para crecer en su amor a Dios, su conocimiento de su Palabra y recibir alimento espiritual. Es la lucha de separar tiempo todos los días para estar a solas con el Salvador. El reabastecimiento espiritual no es automático. Usted tiene que trabajar para ello intencionalmente.

No se pierda esta próxima frase, “Dios está obrando en su vida.” Él está haciendo una buena obra en usted. Esta obra se inició en el momento de su salvación y continúa hasta que se encuentre con Cristo en la gloria. El apóstol Pablo escribió: “Estoy persuadido de que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6). Mientras cumplía su tiempo en la prisión, él les recordó a sus amigos en Filipos sobre una realidad alentadora. Lo que Dios comienza, Él lo termina. Dios tiene la intención de terminar la buena obra que Él comenzó en su vida.

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Su tiempo personal diario con Dios es una parte de esta buena obra. Sirve para perfeccionar su fe y conformarle a la imagen del Señor Jesucristo. Es la forma de refrescar su espíritu y transformar su alma. Su tiempo personal diario con Dios es lo que Dios usa para cambiar su forma de pensar y alinear sus pensamientos con la mente de Cristo. Es lo que Dios utiliza principalmente para cambiar su actitud, hacer ajustes a su comportamiento y transformar su forma de hablar con los demás. Es lo que alimenta su espíritu. Es necesario que su madurez espiritual florezca. Este es el centro de una vida que permanece en Cristo (Juan 15). Usted no puede crecer espiritualmente sin ello. Es absolutamente esencial para su fe.

Aunque esto puede ser una gran lucha para usted en este momento, también puede convertirse en su mayor oportunidad de experimentar a Dios como nunca antes. Las luchas personales a menudo se pueden convertir en grandes avances espirituales. ¿Está usted listo para un gran avance espiritual? ¿Está listo para profundizarse en la Palabra de Dios y vivir en una mayor obediencia? ¿Desea que Dios le use de una manera poderosa para cambiar las vidas de los que le rodean? Si es así, comience por permitir que la Palabra de Dios le transforme de adentro hacia afuera. Siga sus mandamientos con todo su corazón, toda su mente, toda su alma y toda su fuerza.

Este devocional diario fue diseñado para ser leído una vez al día durante cinco días a la semana durante un periodo de un año. Deliberadamente deja dos días libres para que usted pueda hacer algo diferente como revisar toda la semana, memorizar pasajes bíblicos claves, tener un tiempo prolongado de oración, asistir a un grupo pequeño y participar o acudir a un servicio de adoración en vivo.

Por favor, no se apresure a través de cada devocional. Deje que la Palabra de Dios se profundice en su corazón y le cambie de adentro hacia afuera. Reflexione en oración sobre el progreso a medida que estudiamos el libro de Juan por secciones. Para reflexión personal, cada devocional es seguido por un plan de tres partes:

Repase

Leer las Escrituras es muy importante. Leer pasajes paralelos es muy útil para comprender mejor la sección de cada estudio. Le animo a leer cada pasaje paralelo en voz alta por lo menos dos veces. Piense pausadamente sobre la relación entre el devocional diario que se lee y las escrituras paralelas previstas. Pregúntese: “¿Cómo una complementa a la otra?”

Reflexione

Esta sección le ayudará a analizar las Escrituras desde múltiples ángulos con un claro enfoque en la aplicación personal. Está diseñada para ayudarle a descubrir más sobre el texto con el uso de preguntas y observaciones. Usted aprenderá más sobre las características de Dios y las formas únicas que Él obra por medio de su Hijo, Jesús. Por último, se destacará la aplicación personal para empezar a aplicar estas verdades a su vida, inmediatamente.

Responda

A medida que crecemos en nuestro tiempo personal con el Salvador, tenemos que estar dispuestos y listos para responder a Sus impulsos internos. Se trata de pedirle: “¿Qué tengo que cambiar y cómo puedo empezar a hacer estos cambios?” Nuestra respuesta requiere un plan de acción. Cada cambio requiere acción. Pregúntese, “¿Cuál es mi siguiente paso en la obediencia a la Palabra de Dios?” Aquí es donde el avance espiritual ocurre—a través de la obediencia a la Palabra viva de Dios—mientras el Espíritu de Dios usa la Palabra de Dios para transformar nuestro corazón.

Mi oración es que usted desee experimentar más de la presencia y el poder de Dios obrando en usted y a través de su vida, mientras usted lo busca más cada día. Que usted le sirva más mientras Él le revela Su amor y Su buena obra en su vida momento-a-momento.

Marcel Sánchez

www.MarcelSanchez.com

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Walking with Jesus (Seattle: CreateSpace Independent Publishing Platform, 2014)

Walking  Jesus-Digital Cover-01Introduction

It is by far one of the biggest challenges faced by believers worldwide. It does not matter whether you are married or single, young or old, educated or uneducated, rich or poor. This struggle does not make any distinctions. It is common to all believers. “What is this great challenge?” you might ask. This struggle, we all face is to start and develop a daily personal time with the Savior, to grow in our love for God, our knowledge of His Word, and to receive spiritual nourishment. It is the struggle to set aside time every day to be alone with the Savior. Spiritual replenishment is not automatic and it is never easy. You have to work at it moment-by-moment.

Don’t miss this next statement: God is at work in your life. He is doing a good work in you. This work started at the moment of your salvation, and continues until you meet with Christ in glory. The Apostle Paul wrote, “And I am sure of this, that he who began a good work in you will bring it to completion at the day of Jesus Christ” (Philippians 1:6, ESV). While serving time in prison, the Apostle Paul reminded his friends in Philippi of an encouraging reality: What God starts in your life, He always finishes. God intends to finish the good work He started in your life. This is thrilling.

Your daily personal time with God is a part of this good work. It serves to perfect your faith, and to conform you to the image of the Lord Jesus Christ. It is how you refresh your spirit and transform your soul. Your daily personal time with God is what God uses to change your thinking and align your thoughts with the mind of Christ. It’s what God primarily uses to change your attitude, adjust your behavior, and transform the way you speak with others. It’s what fuels your spirit. It is necessary for your spiritual maturity to flourish. It is at the heart of an abiding life (John 15). You can’t grow spiritually without it. It is absolutely essential to your faith.

Although this may be a significant struggle for you right now, it can also become your greatest opportunity to experience God in a completely new way. Personal struggles can often be converted into spiritual breakthroughs. Are you ready for a spiritual breakthrough? Are you ready to dig deeper into God’s Word and live in greater obedience? Do you long for God to use you in a powerful way to change the lives of those around you? If so, it begins with allowing His Word to transform you from the inside out as you follow His commands with all of your heart, all of your mind, all of your soul, and all of your strength.

This daily devotional is designed for you to read five days a week for an entire year. It purposely leaves out two days for you to do something different such as review the entire week, memorize key scriptures, have an extended time of prayer, participate in a small group or attend a live worship service. Please don’t rush through each devotional. Let God’s Word sink deep within your heart. Allow God’s Word to work in you and change you from the inside out. Prayerfully reflect on the progression as we unfold the book of John section-by-section, and include other important scriptures for you to meditate on. Each devotional is followed by a threefold plan for personal reflection:

READ

Reading the scriptures is very important. Reading parallel passages is very helpful to further understand the section being studied. I encourage you to read each parallel scripture out loud at least twice. Think through the relationship between the daily devotional being read and the parallel scriptures provided. Ask yourself, “How does one compliment the other?”

REFLECT

This section helps you analyze the Scripture from multiple angles with a sharp focus on personal application. It is designed to help you discover more about the text through the use of questions and observations. You will learn more about God’s characteristics, and the unique ways that He works through His Son, Jesus. Finally, personal application is highlighted to help you start applying these truths in your life right away.

RESPOND

As we grow in our personal time with the Savior, we have to be willing and ready to respond to His inner promptings. This involves asking the Lord, “What do I need to change, and how do I begin making these changes?” In other words, our response requires a plan of action. Every change takes a step of action. The question we have to ask is, “What is my next step in obeying God’s Word?” This is often where spiritual breakthrough takes place—through our obedience to the Living Word of God—as the Spirit of God uses the Word of God to transform our heart for God.

My prayer is that you would experience more of God’s presence and power working in and through your life as you seek Him more each and every day. May you serve Him more as He reveals His love and His good work in your life day-by-day, and moment-by-moment.

Marcel Sanchez

www.MarcelSanchez.com

 

Sigue buscando

“Tú no deseas sacrificios; de lo contrario, te ofrecería uno. Tampoco quieres una ofrenda quemada. El sacrificio que sí deseas es un espíritu quebrantado; tú no rechazarás un corazón arrepentido y quebrantado, oh Dios.” (Salmo 51:16-17, NTV)

¿Alguna vez ha perdido algo de gran valor personal? Si la repuesta es, “Sí” ¿cuánto tiempo dedicó a buscarlo? Cuanto más valoramos algo, mayor es nuestra búsqueda. ¿Ha pensado usted en que es lo que Dios valora? Como Dios nunca pierde nada, ¿qué tiene que encontrar?

Sabemos que el deseo de Dios es vivir en una relación compartida con Su pueblo. Esta idea nos sirve para recordarnos del gran amor de Dios por un compañerismo genuino.

Dios está buscando a personas que reconozcan su vacío espiritual. Él quiere llenar este vacío con Su presencia perfecta. Dios no está buscando títeres espirituales pero Él sí está buscando a vasijas vacías. Él no está buscando grandes artistas, pero Él sí está buscando un corazón listo para hacer Su gran obra.

Dios está buscando a los que quieren seguir Sus caminos y adorarlo en espíritu y en verdad, “Los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a los que tienen el corazón totalmente comprometido con él” (2 Crónicas 16:9, NTV).

¿Está su corazón quebrantado y vacío hoy? Cuando usted peca, ¿le molesta profundamente? ¿Lo trae al arrepentimiento? Arrepentirse significa un cambio de dirección. Si usted no deja que Dios trate con su pecado, no está quebrantado. Si este es el caso, no espere una experiencia espiritual muy fructífera. La santidad personal precede al compañerismo auténtico.

¿Está listo para vivir una vida de santidad personal? Pablo le suplicó a los creyentes en Roma, “Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios” (Romanos 12:1, NVI).

Su pecado debe dirigirle hacia el Salvador. Primeramente, remueva todo aquello en su vida que lo sigue llevando al pecado. Segundo, prepárese para amar y adorar a Dios como nunca antes. Dios sigue buscando corazones que están quebrantados y vacíos para llenarlos.

Repase:  Abra su Biblia y lea 2 Crónicas 16:9 y Salmo 51:1-19

Reflexione:  Considere lo siguiente: ¿Cómo puedo demostrar un corazón quebrantado y vacío ante Dios?

Responda:  En oración, pregúntese, “Señor, ¿qué debo cambiar a la luz de estas verdades? ¿Cuáles pasos debo tomar?”

Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.

Un propósito especial

“Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien los hechos maravillosos de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Antes, ustedes no eran un pueblo; ¡pero ahora son el pueblo de Dios!; antes no habían sido compadecidos, pero ahora ya han sido compadecidos.” (1 Pedro 2:9-10)

Desde el principio, Dios lo eligió para un propósito muy especial. En Su sabiduría infinita, Dios lo eligió para ser Su embajador, Su representante personal aquí en este mundo. Dios lo movió de una vida sin propósito eterno para llevar a cabo Su gran plan de traer a todos a Él. Eres una vasija elegida de Dios. En Cristo, usted ha sido distintivamente separado para cumplir un propósito específico.

Pablo escribe, “Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. En todas mis oraciones siempre ruego con gozo por todos ustedes, por su comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora. Estoy persuadido de que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6).

Dios tiene un plan único para su vida. Este plan fue trazado antes de que usted existiera. Es un plan que trae satisfacción verdadera y personal a través del punto de partida de la vida—Jesús. Aunque usted lo encuentre difícil de creer, usted ha sido elegido por Dios para ser parte de Su familia real. Ahora usted es realeza. Eres hijo o hija del Rey Eterno. ¡Tremendo!

No hay un llamado más alto para su vida. Si Dios lo ha elegido para ser Su hijo o hija, no hay un mayor privilegio. Ninguna posición se puede comparar con ser heredero del Rey. Ya usted no es un esclavo de su pasado. Ya no es un esclavo del pecado. Ahora es un esclavo de Cristo. Él es su Salvador y Señor. La oscuridad no tiene poder sobre su vida. Nada escondido o visible puede separarlo de su nueva posición.

En Cristo Jesús, usted está permanentemente seguro: “Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 8:37-39).

Repase:  Abra su Biblia y lea 1 Pedro 2:9-10

Reflexione:  Considere lo siguiente: ¿Qué puedo hacer para que otros conozcan a Dios? ¿Cuáles habilidades se pueden usar?

Responda:  En oración, pregúntese, “Señor, ¿qué debo cambiar a la luz de estas verdades? ¿Cuáles pasos debo tomar?”

Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.

El punto de partida

“La Palabra estaba en el principio con Dios.” (Juan 1:2)

¿Alguna vez ha llegado tarde al cine a ver una buena película? Desafortunadamente, el tráfico y sus hijos le impidieron llegar a tiempo. Cuando usted llega y le pregunta a la persona sentada a su lado, “¿Perdí mucho?” Ellos sonríen y responden, “Bueno, solamente unos 30 minutos.”

Usted está desilusionado y frustrado. No puede entender la película. No puede devolver la película. Una cosa es segura, usted se perdió el comienzo de esta película. ¿Por qué? Porque usted no estaba presente en el principio. Usted no participó en el gran comienzo de esta película tan especial.

Jesús siempre ha existido. Él es el punto de partida de la vida. Durante una de sus enseñanzas, Jesús dijo: “De cierto, de cierto les digo: Antes de que Abraham fuera, yo soy” (Juan 8:58). Sin disculpa, Jesús declaró que Él era el Dios eterno sobre toda creación. El título, “Yo soy” fue usado en el Antiguo Testamento para referirse al Dios de los Hebreos.

Como se pueden imaginar, esta respuesta enfureció en gran manera a los líderes religiosos de ese día. ¿Por qué? Esta frase ubicó a Jesús en la misma categoría divina que solamente Dios podía ocupar. Significaba que Jesús ya existía en la pasada eternidad con el Padre y con el Espíritu Santo. Si Jesús es el gran “Yo soy”, esto significa que Él es eterno y comparte la naturaleza divina con Dios.

Lo que estos líderes no pudieron entender era que antes de que el tiempo existiera, antes que la película de este mundo empezara, Jesús estaba vivo y presente. El profeta escribe, “Porque un niño nos ha nacido, ¡un hijo nos ha sido concedido! Sobre sus hombros llevará el principado, y su nombre será ‘Consejero admirable’, ‘Dios fuerte’, ‘Padre Eterno’ y ‘Príncipe de paz’” (Isaías 9:6).

Él fue una parte activa de la eternidad antes de que el mundo fuera creado. Un día, todos se van a arrodillar y reconocer a Jesús como el Señor de toda la creación. La Palabra Viva establecerá Su reino en la tierra. ¿Por qué? Buena pregunta. Jesús es el punto de partida de la vida.

Repase:  Abra su Biblia y lea Juan 8:48-59

Reflexione:  Considere lo siguiente: ¿Cuáles actividades en mi vida traen gloria a Dios? ¿Con quién puedo compartir estas verdades esta semana?

Responda:  En oración, pregúntese, “Señor, ¿qué debo cambiar a la luz de estas verdades? ¿Cuáles pasos debo tomar?”

Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.

Keeping it Real

“In the beginning was the Word, and the Word was with God, and the Word was God” (John 1:1).

The Kingdom of God is eternal. Jesus Himself had no beginning, and has no end. Before this world was created, He ruled and shared the glory of Heaven’s throne with the Father and the Holy Spirit in eternity past. Although Jesus is a distinct person from God the Father, He always shared God’s qualities and His divine nature.

The author of Hebrews writes, “He is the radiance of the glory of God and the exact imprint of his nature, and he upholds the universe by the word of his power. After making purification for sins, he sat down at the right hand of the Majesty on high, having become as much superior to angels as the name he has inherited is more excellent than theirs” (Hebrews 1:3-4). Imagine experiencing the glory of God forever and ever.

The Apostle John wrote, “The life appeared; we have seen it and testify to it, and we proclaim to you the eternal life, which was with the Father and has appeared to us” (1 John 1:2). Jesus enjoyed a divine fellowship with the Father, a shared relationship that was spiritually fruitful, relationally profound, and perfectly aligned.

This communion was both unique and transparent. It went far beyond anything that we could possibly create on our own. This powerful relationship produced a unique splendor that radiated throughout all of Heaven. Now we have the opportunity to experience God’s Kingdom everyday as we allow His presence to flow through our lives. Nothing can compare with God’s eternal presence.

Before enduring the cross, Jesus prayed, “And now, Father, glorify me in your own presence with the glory that I had with you before the world existed” (John 17:5, ESV). In another translation it reads, “Now, Father, bring me into the glory we shared before the world began” (John 17:5, NLT).

Jesus longed to reunite Himself with the glory of the Father to once again experience the majesty and beauty of their fellowship in Heaven. This idea of a shared relationship is available and extended to every believer. The more you experience God’s presence, the better. What new habits do you need to create to improve your relationship with God and with others around you?

Read:  Open your Bible and read Hebrews 1:3, and Philippians 2:6.

Reflect:  Consider the following: Do you enjoy your relationship with God? What is it that you enjoy the most? Since God is a ruler of an Eternal Kingdom, what encouragement does that provide for your life?

Respond:  As a result of these truths, what might need to change in my attitude, beliefs, and actions? What steps do I need to take outwardly?

The source of this content comes from our book, Walking with Jesus.

Manteniéndolo real

“En el principio ya existía la Palabra. La Palabra estaba con Dios, y Dios mismo era la Palabra.” (Juan 1:1)

El Reino de Dios es eterno. Jesús no tuvo principio y no tiene fin. Antes de que este mundo fuera creado, Jesús compartió la gloria del Reino con el Padre y el Espíritu Santo en la eternidad pasada. Aunque Jesús es una persona distinta de Dios el Padre, Él siempre ha compartido las cualidades y la naturaleza divina de Dios (Filipenses 2:6).

El autor del libro de Hebreos escribe, “Él es el resplandor de la gloria de Dios. Es la imagen misma de lo que Dios es. Él es quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la derecha de la Majestad” (Hebreos 1:3).

Juan escribió, “La vida que se ha manifestado, y que nosotros hemos visto y de la que damos testimonio, es la que nosotros les anunciamos a ustedes: la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos ha manifestado” (1 Juan 1:2).

Jesús disfrutó de un compañerismo divino con el Padre, una relación compartida que era espiritualmente fructífera, relacionalmente profunda, y alineada perfectamente. Esta comunión era única y transparente. Fue más allá que cualquier cosa que podamos crear o imaginar. Esta poderosa relación produjo un esplendor único que iluminó todo el cielo. Ahora tenemos la oportunidad de experimentar el Reino de Dios personalmente. Esto sucede cuando permitimos que la presencia de Dios fluya constantemente a través de nuestra vida.

Antes de experimentar la cruz, Jesús oró, “Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes de que el mundo existiera.” (Juan 17:5). En otra traducción leemos, “Ahora, Padre, llévame a la gloria que compartíamos antes de que comenzara el mundo.” (Juan 17:5, NTV).

Jesús anhelaba reunirse con la gloria del Padre para experimentar la majestad y la belleza del compañerismo divino. Esta idea de una relación compartida está disponible y extendida a cada creyente. Experimentamos el Reino de Dios cuando aceptamos Su presencia en nuestra vida. ¿Cuáles hábitos necesito crear para mejorar mi relación con Dios y con las personas a mi alrededor?

Repase:  Abra su Biblia y lea Hebreos 1:3; Filipenses 2:6

Reflexione:  Considere lo siguiente: ¿Disfruto de mi relación con Dios? ¿Qué es lo que deseo de mi compañerismo con el Padre?

Responda:  En oración, pregúntese, “Señor, ¿qué debo cambiar a la luz de estas verdades? ¿Cuáles pasos debo tomar?”

Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.