Lo Básico de los Grupos Vida y sus Líderes En el centro de nuestra visión para cada miembro de IBB está la meta de que TODOS lleguen a ser ministros de la gracia de Dios a otros. Hacemos una distinción entre “servicio” y “ministerio.” Servicio es algo que cualquiera puede hacer. Servidos al dar la bienvenida ó al entregar boletines. Servimos danto de nuestro tiempo para cumplir con proyectos en la Iglesia. Servimos al ayudar a personas con necesidades de la vida diaria que tengan. Todo el que esté dispuesto puede servir a otros.
Pero, ministerio es cuando tomamos la Palabra de Dios y ayudamos a otros a Conocer a Dios; les ayudamos a crecer en la voluntad y en los caminos de nuestro Señor; les ayudamos a cambiar las mentiras que han creído acerca de sí mismo y del mundo a su alrededor por la Verdad que encontramos en Jesús y en Su Palabra. Grupos Vida son el centro del ministerio en IBB y queremos que cada miembro entienda el propósito y el potencial de estos grupos, y a la vez entender a las personas que hacen que éstas sean posibles. Cada equipo de liderazgo de los Grupos Vida está compuesto por tres personas ó parejas:
1) Un Anfitrión: alguien que ofrece su hogar ó prepara el ambiente físico en el cual el Grupo se va a reunir.
2) Un Entrenador ó facilitador: Alguien que ayuda a dirigir la discusión y provee la dirección espiritual para el grupo.
3) Un Aprendiz: Alguien que se une a facilitador para recibir entrenamiento práctico para poder dirigir un Grupo Vida en el futuro. Creemos que esta es la manera más efectiva para que nosotros, como pastores y líderes de la Iglesia, podamos cumplir con lo que Pablo escribió en Efesios 4:11-16:
11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios; hasta que lleguemos a ser un hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños fluctuantes, arrastrados para todos lados por todo viento de doctrina, por los engaños de aquellos que emplean con astucia artimañas engañosas, 15 sino para que profesemos la verdad en amor y crezcamos en todo en Cristo, que es la cabeza, 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor. (RVC)
Equipar a personas para el Ministerio Dejar que ellos participen de VERDADERO ministerio y gocen del fruto (y los desafíos) del desarrollo espiritual Juntos edificando una iglesia que creyentes maduros, en un ambiento saludable y creciente, lleno de amor.
Por Russell Johnson