Es uno de los mayores desafíos que enfrentan los creyentes en todo el mundo. No importa si usted es soltero o casado, joven o viejo, educado o ignorante, rico o pobre. Esta lucha no hace distinciones. Es común a todos los creyentes. Usted puede preguntar, “¿Cuál es este gran desafío?” Es la lucha para iniciar y desarrollar un tiempo personal diario con el Salvador para crecer en su amor a Dios, su conocimiento de su Palabra y recibir alimento espiritual. Es la lucha de separar tiempo todos los días para estar a solas con el Salvador. El reabastecimiento espiritual no es automático. Usted tiene que trabajar para ello intencionalmente.
No se pierda esta próxima frase, “Dios está obrando en su vida.” Él está haciendo una buena obra en usted. Esta obra se inició en el momento de su salvación y continúa hasta que se encuentre con Cristo en la gloria. El apóstol Pablo escribió: “Estoy persuadido de que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6). Mientras cumplía su tiempo en la prisión, él les recordó a sus amigos en Filipos sobre una realidad alentadora. Lo que Dios comienza, Él lo termina. Dios tiene la intención de terminar la buena obra que Él comenzó en su vida.
Su tiempo personal diario con Dios es una parte de esta buena obra. Sirve para perfeccionar su fe y conformarle a la imagen del Señor Jesucristo. Es la forma de refrescar su espíritu y transformar su alma. Su tiempo personal diario con Dios es lo que Dios usa para cambiar su forma de pensar y alinear sus pensamientos con la mente de Cristo. Es lo que Dios utiliza principalmente para cambiar su actitud, hacer ajustes a su comportamiento y transformar su forma de hablar con los demás. Es lo que alimenta su espíritu. Es necesario que su madurez espiritual florezca. Este es el centro de una vida que permanece en Cristo (Juan 15). Usted no puede crecer espiritualmente sin ello. Es absolutamente esencial para su fe.
Aunque esto puede ser una gran lucha para usted en este momento, también puede convertirse en su mayor oportunidad de experimentar a Dios como nunca antes. Las luchas personales a menudo se pueden convertir en grandes avances espirituales. ¿Está usted listo para un gran avance espiritual? ¿Está listo para profundizarse en la Palabra de Dios y vivir en una mayor obediencia? ¿Desea que Dios le use de una manera poderosa para cambiar las vidas de los que le rodean? Si es así, comience por permitir que la Palabra de Dios le transforme de adentro hacia afuera. Siga sus mandamientos con todo su corazón, toda su mente, toda su alma y toda su fuerza.
Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.