“Yo soy el Señor. Yo te he llamado en el momento justo, y te sostendré por la mano; yo te protegeré, y tú serás mi pacto con el pueblo y una luz para las naciones. Quiero que abras los ojos de los ciegos, que saques de la cárcel a los presos, y de sus calabozos a los que viven en tinieblas” (Isaías 42:6-7).
Una lámpara cumple con su propósito cuando provee luz. No le ayuda a nadie cuando usted tiene una lámpara de cinco pies en medio de un cuarto oscuro y lleno de cosas y no la enciende. Cuando la lámpara está apagada, puede causar daño a los que están en el cuarto. Las lámparas están diseñadas para alumbrar la luz. Ellas eliminan a la oscuridad cuando iluminan a su alrededor.
Jesús vino para mostrar y destruir las obras de la oscuridad. Él intencionalmente hace que las obras de Satanás sean públicas. Aquellos que necesitaban sanidad física, Jesús los restauró. A los que estaban encarcelados por el pecado, Jesús los ha liberado de su esclavitud. Aquellos que estaban sin esperanza, Jesús proveyó esperanza. A los que necesitaban salvación, Jesús les ofreció Su vida como el sacrificio por sus pecados.
En cuanto al Mesías, el profeta Isaías escribe, “Él dice: ‘Harás algo más que devolverme al pueblo de Israel. Yo te haré luz para los gentiles, y llevarás mi salvación a los confines de la tierra’” (Isaías 49:6, NTV). Dios quería exponer la oscuridad y destruirla dentro de cada grupo étnico a través de Jesús.
Desde el principio, el plan de Dios era redimir a las naciones (Génesis 12:1- 3). Piense en la gran esclavitud, dolor y sufrimiento que resultan del pecado—oscuridad espiritual. A veces es el pecado de otros que contribuye a la destrucción de los que están a su alrededor.
Jesús vino para destruir el poder del pecado. El vino para infundir la Luz de la Vida dentro de la oscuridad de su vida. Dios no quiere que usted viva en opresión. Él no quiere que sea un prisionero del pecado. Dios quiere que usted sea libre. Él desea que usted encuentre la libertad verdadera. Dios revela la oscuridad de su vida para traerle a la Luz de la Vida, Cristo Jesús.
Repase: Abra su Biblia y lea Juan 5:31-32, 35
Reflexione: Considere lo siguiente: ¿Estoy enfocándome en cómo puedo ayudar a otros escaparse de la oscuridad? ¿Cómo puedo mejor brillar para el Señor Jesús esta semana?
Responda: En oración, pregúntese, “Señor, ¿qué debo cambiar a la luz de estas verdades? ¿Cuáles pasos debo tomar?”
Un Devocional de nuestro libro, Andando con Jesús.